
Coronavirus y cáncer de mama
Recomendaciones de la Sociedad Argentina de Mastología para la atención médica. Con el objetivo de proteger a la población, el comienzo de la cuarentena por COVID-19, fue el confinamiento absoluto por 15 días. La última modificación extiende la cuarentena a un total de 100 días, con una ampliación paulatina de permisos para realizar actividades, especialmente hasta no alcanzar el pico e inicio del descenso de personas contagiadas.
Sabemos que el reinicio también será con restricciones, persistiendo cierto distanciamiento social y evitando la concentración de numerosas personas en un mismo sitio. Las medidas de aislamiento durante ésta pandemia, han obligado a disminuir las consultas presenciales, pero han multiplicado el contacto a través de las redes sociales y vía telefónica.
Actualmente la capacidad de atención en los consultorios médicos y centros de diagnóstico es limitada y lo seguirá siendo por algunos meses, dado que deben respetarse reglas de distanciamiento social e higiene. Los consultorios médicos y centros de diagnóstico fueron habilitados para atender bajo estas condiciones.
Es por ello que es importante aclarar cuáles son las pacientes que deben continuar en control y cuáles podrían postergarlos:
En pacientes sin síntomas y sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama es recomendable posponer los controles hasta que la curva de la pandemia esté controlada y totalmente aplanada, para evitar la concentración de gente en los centros de diagnóstico y que el virus no se vuelva totalmente comunitario.
Las pacientes en seguimiento por cáncer de mama, o por alto riesgo familiar, pueden consultar a su médico, quien les indicará si pueden concurrir a la consulta. Actualmente los consultorios han retomado la actividad, con turnos más espaciados y mayores controles, como así también lo han hecho los centros de diagnóstico por imágenes, los cuales están trabajando, con las adecuadas medidas de seguridad del paciente y del personal.
En pacientes sintomáticas se sugiere la comunicación con su médico de cabecera o con el especialista o asistir a la consulta, ya que las instituciones se han preparado con estrictos PROTOCOLOS para brindar una atención segura tanto a pacientes como para el personal de salud. Muchas consultas hoy pueden ser evacuadas a través de las redes sociales. En algunos casos pueden con consejos médicos, y en otros, la sola comunicación con el profesional da la tranquilidad suficiente para sentir un bienestar.
En las pacientes sintomáticas se sugiere comunicarse con el especialista o asistir a la consulta ya que las instituciones se han preparado con estrictos protocolos para brindar una atención segura tanto a pacientes como para el personal de salud.
En los casos de pacientes con estudios que no llegaron a ser evaluados por el profesional o el mismo estudio sugirió la realización de otro complementario, el médico tratante evaluará la necesidad de realizarlo o postergarlo hasta el fin de la cuarentena.
En estos tiempos, donde se aproximan las enfermedades invernales y el agregado de la virosis que nos tiene en vilo, es recomendable no asistir a las guardias de hospitales, clínicas o sanatorios para evitar el colapso del sistema sanitario.
La guardia debe ser la última instancia en carácter de urgencia. Cuando el caso lo amerita, sea por infecciones mamarias, supuración, aparición de un bulto, derrames por pezón o fiebre en pacientes en tratamiento con quimioterapia (esto último exclusivamente cuando no hubo oportunidad de comunicarse con su oncólogo), los facultativos de guardia resolverán transitoria o definitivamente la urgencia.
Tratar de minimizar el riesgo al máximo y sobre todo con escaso beneficio. Por ejemplo, una mujer mayor de 70 años, sin síntomas ni factores de riesgo asociados a cáncer de mama, que salga de su casa para realizar una consulta al mastólogo o una mamografía y máxime si tiene que viajar en transporte público durante el pico de la pandemia va a exponerse en exceso.
A la par con las medidas adoptadas por el Ministerio de salud de la Nación, sugerimos:
Postergar las consultas y procedimientos no prioritarios con el objetivo de reducir la circulación de personas, limitar la posibilidad de transmisión viral e impedir la exposición innecesaria de los equipos de salud.
Recordar que las consultas y procedimientos considerados urgentes podrán continuar con los esquemas establecidos:
- Mantener distanciamiento social. La mayoría de las infecciones son en personas asintomáticas, por lo que cuidarnos los unos a los otros con barbijos (e idealmente lentes) en todos lados es imprescindible y ayuda que el distanciamiento de 1,5 m persista, aun cuando no lo podamos cumplir en determinada actividad.
- Organizar turnos espaciados que permitan no concentrar pacientes en la sala de espera y tener tiempo para la desinfección.
- Alentar que todo trámite que pueda ser realizado en forma remota se realice de esta manera y permita acortar al mínimo posible la interacción persona a persona.
- Medicación de uso prolongado para patologías oncológicas o crónicas.
- Promover en forma activa el uso de sistemas de prescripción electrónica que limite la necesidad de circulación de las personas.
Así como la situación actual es cambiante día a día, estas recomendaciones son dinámicas y también podrán tener sus modificatorias correspondientes en el futuro.